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Las Naciones Unidas y La Gobernanza Económica Mundial: Intervención del Ministro de RR.EE de Chile, Sr. Alfredo Moreno

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 Agradezco al Presidente de la Asamblea General, Sr. Vuk Jeremic, por su invitación a participar en este importante debate sobre las Naciones Unidas y la Gobernanza Económica Mundial.

La gobernanza y cooperación económica mundial para el desarrollo.

En un mundo transformado por la globalización la agenda de todos nuestros países incluye desafíos de carácter mundial, particularmente en el ámbito de las relaciones económicas internacionales, que no pueden tratarse adecuadamente sin acciones acordadas e implementadas por el conjunto de la comunidad internacional.

Sin embargo todavía enfrentamos estos desafíos con medidas individuales descoordinadas o con mecanismos de acción colectiva internacional inadecuados a la velocidad de los acontecimientos y la urgencia de los retos del mundo de hoy.

Es un hecho que el mundo no logra todavía superar la crisis económica y financiera iniciada el 2008 y la respuesta de la comunidad internacional plantea cuestionamientos respecto de la eficiencia, eficacia y coordinación de los actuales mecanismos de gobernanza económica global.

Naciones Unidas y la gobernanza económica mundial

El mundo cuenta con una arquitectura de gobernanza económica mundial, con instituciones y mecanismos universales, incluidos los del sistema de las Naciones Unidas. Se trata de un sistema altamente descentralizado de organizaciones, instituciones y mecanismos globales, con variedad en su composición, estructuras de decisión y propósitos específicos, con diversidad de vinculaciones a Naciones Unidas.

Como actores globales relevantes para la discusión, definición de agendas y decisiones de política en la economía mundial, se destacan las instituciones de Bretton Woods (el FMI y el Banco Mundial), la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Foro de Estabilidad Financiera, así como el Banco de Pagos Internacionales, junto a Fondos, Programas (como el PNUD, UNICEF) y Agencias Especializadas del sistema de las Naciones Unidas (OIT, OMS, etc.)

Dentro de este conjunto de actores, las Naciones Unidas, particularmente, esta Asamblea General, se destaca como foro político para los grandes temas de la agenda económica mundial y como actor integrador de las diversas perspectivas del desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y medio ambiental. Además de asegurar sus vinculaciones con los asuntos de seguridad y la paz internacional y los derechos humanos.

La multiplicidad de actores universales y regionales para la gobernanza económica es ya de larga data y no parece haber creado inquietudes al multilateralismo inclusivo que representa Naciones Unidas.

Una situación diferente ha ocurrido al momento que grupos informales y ad-hoc de países sistémicamente relevantes deciden coordinar sus políticas económicas para intervenir en la economía mundial. Se trata, por cierto, de las principales economías del mundo y por ello capaces de influir en la marcha económica del mundo con efectos, que para bien o para mal, no podemos obviar el resto de los países.

Desafíos al multilateralismo en la gobernanza económica mundial

El multilateralismo debería ser a nivel internacional un instrumento para enfrentar los desafíos planetarios de una manera inclusiva, con participación de todos. Sin embargo, hoy no ha sido posible resolver los grandes temas de la economía mundial a nivel multilateral en los mecanismos y foros inclusivos y la mayoría de las decisiones claves se están adoptando en espacios multilaterales más restringidos. Hemos visto varias respuestas colectivas y multilaterales, pero estas han sido de otros actores.

Esto ha llevado a que algunos estimen que actualmente el multilateralismo clásico -universal, inclusivo, democrático- y basado en normas e instituciones se encuentra en riesgo de verse marginado.

No sólo se trata de la marginación de las Naciones Unidas sino también de las Instituciones de Bretton Woods y en general de las instituciones, mecanismos, foros y agencias universales del sistema internacional.

En efecto, los regímenes, mecanismos e instituciones basados en normas pasan a ser reemplazados por agrupaciones de países ad-hoc, como el G20, que reúne a las grandes economías.

Este es el llamado multilateralismo reducido de clubes, que preocupa desde la perspectiva de su legitimidad y por el riesgo que puede representar para el multilateralismo inclusivo de Naciones Unidas.

¿Qué desafíos presentan grupos informales, como el G20, para Naciones Unidas y la gobernanza económica mundial?

La emergencia de estas agrupaciones informales de países para tratar temas de la gobernanza económica global, destacadamente el G20, representa un riesgo de exclusión para muchos países que siendo afectado por sus decisiones no pueden participar y defender sus intereses. Ciertamente, desde esta perspectiva existe un retroceso frente a los mecanismos inclusivos y democráticos, lo que plantea cuestiones de legitimidad que deben enfrentarse.

Estas cuestiones de legitimidad deben enfrentarse, por una parte con la apertura del G20 a países no miembros como mediante reforzados mecanismos de cooperación y consulta con Naciones Unidas.

Desde una perspectiva mas amplia se necesita una clarificación de roles en materia de gobernanza económica, buscando preservar el papel central de Naciones Unidas en lo normativo y en la promocion de un sistema economico mundial plenamente inclusivo y equitativo.

Desde Naciones Unidas deberíamos estar abiertos a valorar la coordinación del G20 si se enfoca a llenar un vacio de gobernabilidad en la economia mundial, en una situacion donde no existe el instrumental o mecanismo apropiado de cooperación en las instituciones y mecanismos del sistema de las Naciones Unidas, como la necesidad de una respuesta rápida a los primeros embates de la crisis financiera el 2008 y 2009.

Pero lo que ocurre en otros casos es que estos grupos informales de grandes paises desarrollados y economias emergentes buscan evitar las instituciones multilaterales formales, para evitar la percibida lentitud y dificultad de alcanzar acuerdos sustantivos en las instituciones globales formales y de composición universal.

¿Qué hacer? ¿Cómo enfrentar constructivamente esta situación?

Como regla general, en Naciones Unidas deberíamos reconocer la complejidad y diversidad de la arquitectura actual para la gobernanza económica global y deberíamos tratar este fenómeno de un multilateralismo complejo, de diversos niveles, actores y capacidades, buscando resguardar la primacía y centralidad del multilateralismo inclusivo de Naciones Unidas en todo lo que se refiera a lineamientos generales y definición de normas y regímenes de validez universal.

Como lo han reiterado muchas veces los países del 3G, del cual Chile es parte, creemos que grupos informales como el G20 deben respetar los mandatos de las instituciones y mecanismos del sistema de las Naciones Unidas y de otros foros universales.

En ese sentido, nos parece que en la medida que los "Gs" o mecanismos multilaterales de composición restringida -como el G20- estén dispuestos a respetar en vez de oponerse a los lineamientos básicos de las instituciones globales, tenemos sentadas las bases para una complementariedad de beneficio para todos.

Bien encausadas estas agrupaciones informales de países "que pueden y quieren" podrían ser un complemento de eficacia a la gobernanza económica al involucrar en la solución de problemas globales a quienes son efectivamente actores relevantes para la solución de ellos en cada caso o situación específica.

De hecho esto ya viene ocurriendo en muchos ámbitos, desde asociaciones regionales para cooperación e integración económica, como APEC, UE, ASEAN, CELAC, UNASUR, la Alianza del Pacifico, etc.; agrupaciones temáticas, de productores y consumidores de productos como el Café, o de los países relevantes para la regulación bancaria; o de aquellos actores claves para la definición y preservación de especies en peligro, etc. En esta perspectiva se trata de grupos integrados conforme un principio de geometría variable de acuerdo a las cuestiones a resolver: asociaciones de actores relevantes para solución de problemas específicos.

Un aspecto que no debemos olvidar es que todos estos Grupos informales o mecanismos de gobernanza los componen países que son parte de Naciones Unidas y que valoran el papel democrático e inclusivo que juega esta organización. Cada uno de nuestros países, tiene que hacerse responsable para que el trabajo, análisis y/o compromisos que se logren en dichos Grupos o mecanismos respeten los lineamientos y se universalicen en Naciones Unidas.

Contribuciones para la resolución de la Asamblea General

La Asamblea General en dos años consecutivos ha decidido tratar de esta materia y con la prioridad de un punto de plenario. A mi país le ha correspondido "facilitar" y presentar esas resoluciones a nombre de Chile, Kenia, Singapur y Suiza, con el respaldo no solo de los países del 3G, sino que también de un alto número de co-auspiciadores, incluidos miembros y no miembros del G20, lo que demuestra el interés y prioridad que se da a este tema y el carácter inclusivo de las respuestas que se buscan.

Confiamos, Sr. Presidente, que de este debate salgan lineamientos importantes que sirvan para crear consensos sustantivos a fin de que este año la resolución de la Asamblea General incluya:

  • Lineamientos generales que faciliten la coordinación y complementariedad entre los diversos actores y mecanismos para la gobernanza económica mundial, incluyendo mecanismos regionales y subregionales.
  • Sugerencias para mejorar la coordinación de Naciones Unidas con las instituciones de Bretton Woods y la OMC, entre otros actores relevantes para la economía global, incluidos aquellos del sector privado.
  • Formalización de mecanismos para institucionalizar los avances existentes en las relaciones de Naciones Unidas con las agrupaciones informales de países que adopten decisiones de alcance y efecto global, incluido el G20, e
  • Identificación de acciones necesarias para llenar vacios y corregir deficiencias en la gobernanza económica mundial.

Concluyo reiterando el compromiso de mi país con el multilateralismo, las Naciones Unidas y su papel central en la gobernanza económica mundial.